miércoles, 22 de agosto de 2012

¿Nadamos?




Consideramos al juego como base de cualquier sesión de Educación Física, y por tanto, de cualquier actividad que propongamos en el medio acuático.
En el desarrollo de las clases, los profesores acompañamos a los chicos en la búsqueda de  soluciones a los problemas específicos del medio acuático que se les presentan a los niños y niñas como: el equilibrio nuevo, la respiración adaptada, motricidad y equilibrio diferente al que están acostumbrados. Pero siempre intentando darles la mayor posibilidad de aprendizajes por ellos mismos mediante sus propias experiencias.
Debemos tener en cuenta que a los niños le supone una dificultad añadida el no poder utilizar los conocimientos previos que tienen sobre sus movimientos (fuera del agua). Por eso hay que educar esas nuevas sensaciones de equilibrio para conseguir la adaptación de los niños en este medio.
La respiración digamos, en tierra, es innata. Desde recién nacidos, sin aprendizaje alguno. Esta es una de las cosas que más les puede costar conseguir, por las diferencias que hay con la respiración en el medio acuático.
Otra notable diferencia entre los movimientos de los niños y niñas cuando están dentro y/o fuera del agua, son la movilidad y la función de las extremidades inferiores y superiores. Las primeras, en el agua, sirven de propulsión y no tienen un papel esencial. Tienen en cierto modo sus funciones variadas.
En este nuevo medio, aparecen situaciones no habituales y es nuestra tarea el proponer aquellas que permitan un descubrimiento real del agua… jugando… aprendiendo… disfrutando.
Esa es la premisa