Consideramos al juego como base de
cualquier sesión de Educación Física, y por tanto, de cualquier actividad que
propongamos en el medio acuático.
En el desarrollo de las clases, los
profesores acompañamos a los chicos en la búsqueda de soluciones a los problemas específicos del
medio acuático que se les presentan a los niños y niñas como: el equilibrio
nuevo, la respiración adaptada, motricidad y equilibrio diferente al que están
acostumbrados. Pero siempre intentando darles la mayor posibilidad de
aprendizajes por ellos mismos mediante sus propias experiencias.
Debemos tener en cuenta que a los niños le
supone una dificultad añadida el no poder utilizar los conocimientos previos
que tienen sobre sus movimientos (fuera del agua). Por eso hay que educar esas
nuevas sensaciones de equilibrio para conseguir la adaptación de los niños en
este medio.
La respiración digamos, en tierra, es
innata. Desde recién nacidos, sin aprendizaje alguno. Esta es una de las cosas
que más les puede costar conseguir, por las diferencias que hay con la
respiración en el medio acuático.
Otra notable diferencia entre los
movimientos de los niños y niñas cuando están dentro y/o fuera del agua, son la
movilidad y la función de las extremidades inferiores y superiores. Las
primeras, en el agua, sirven de propulsión y no tienen un papel esencial.
Tienen en cierto modo sus funciones variadas.
En este nuevo medio, aparecen situaciones no
habituales y es nuestra tarea el proponer aquellas que permitan un
descubrimiento real del agua… jugando… aprendiendo… disfrutando.
Esa es la premisa
No hay comentarios:
Publicar un comentario